sábado, 30 de abril de 2011

Capitulo 15. Confesiones

No os quejareis ¿eh?


El capitulo 15.

Por fin sabréis que tan importantes son las cartas que le llegan a nuestros protagonistas *_*


Espero que os guste.... a mi me encanta!



PD: No me mateis por esto :)






“Hijo mío, estoy orgullosa de ti y no soy capaz de demostrarlo. Hoy decidí no ir a trabajar para quedarme con los padres de la pequeña Maca que lo están pasando muy mal. Te escribo para comunicarte que han llegado tres cartas desde que te fuiste.

Como no estabas he decidido devolverlas pero una de ellas tenía toda la apariencia de ser una invitación para alguna boda. Por fin pasó tu mala racha con los compañeros de tu clase y seguramente sea alguno de ellos el que te manda su invitación para que asistas. Lo que quiere decir que no soy la única que te quiere.

Seré breve porque no quiero interrumpirte en esta importante misión. Pero quiero que sepas cariño que tu padre estaría orgulloso de ti si pudiera verte (letras borrosas). Ni siquiera puedo evitar derramar un par de lágrimas al comprobar lo rápido que has crecido, pero bueno… si es que parezco tonta… por lo visto la tinta de la tienda de la tercera avenida no es resistente al agua.

Te quiere Mamá”



Si las letras ya estaban borrosas de por si por las lágrimas de mi madre las que ahora se deslizaban a través de mis mejillas estaban destruyendo el papel de la carta. Conseguí guardarla antes de borrar el contenido por completo.

El nombre del remitente no lograba reconocerlo, ni siquiera me sonaba. Se trataba de un nombre femenino sumamente peculiar y con una “j” detrás de su nombre. Una costumbre cuando las féminas de la ciudad se casaban, colocaba el nombre de su marido detrás de su nombre para indicar que estaban esposadas por el resto de la eternidad.


“Querido Ian:

Ha pasado mucho tiempo desde la primera vez que te vi. He intentado escribirte pero no he conseguido encontrar tu dirección a tiempo y cuando lo he hecho ya habías partido a una nueva misión.

Te escribo consiguiendo unos minutos fuera de mi boda. Lejos del os invitados y lo que es más importante para mi lejos de mi marido. No es que no esté a gusto ni mucho, solo que me gusta estar sola cuando escribo mi correspondencia.
Necesitaba hablar con alguien que no fuera de mi distrito y dejando a un lado a esa estúpida hada oscura que ha estropeado mi jardín horas antes de mi boda, eres el único con el que “guardo” trato después de lo ocurrido en el bosque.

Esa chica marchitó todas mis plantas cuando la bromeé insultándola Renegada. Creo que se lo tomó demasiado enserio. No conoce mi tono de bromeo y puede resultar molesto, y más para una criatura que está acostumbrada a colgarse de los árboles para llegar a su más efímera felicidad.

Dejando a un lado lo patético de esa, que ni siquiera puede sacar las alas a su antojo. Quería decirte que cuando vuelvas las puertas de mi casa están abiertas. Podríamos tomar algo mientras hablamos, quiero que conozcas a mi nueva familia. Gracias a ti aprobé mi examen.

Saludos de Daliana.J”



Se trataba de la vampira a la que ayude a matar a la cabra gigante. No tenía nada en contra de ella pero era demasiado pedante para ver que Hármony, la hada oscura, se trataba de una gran persona. Al menos con ella compartí más que una situación de extrañas miradas en el bosque. Aun recuerdo como aquella vampira, Daliana, miró mi herida ansiando tomar mi sangre. Es repugnante.

Pero bueno aunque no fuera de mi agrado mi educación no me permitía denegar una invitación. Asique cuando estuviera de regreso la visitaría, tomaría algo con ella y desaparecería para siempre. ¿No era tan malo no?

Pasé a la última carta sintiendo como mis compañeros caminaban de un lado hacia otro o incluso cruzaban algunas palabras entre ellos, sobre todo entre Syniel y Emily. Ya que Adriane charlaba con la capitana del barco y Edgar no era muy sociable como había demostrado en momentos anteriores.


“Estimado Íncubo Ian:

El monarca del dominio del agua Leviatán quiere comunicarle que su fidelidad a la ciudad oscura conseguirá que se coloque en una posición destacable en la pirámide jerárquica de la misma.

Pero la celebración de su ascenso tendrá lugar después de la última misión que le será encomendada. Se le darán más datos a su regreso. Suerte en su viaje.

Por Vina Secretaria del Leviatán”


Cerré la carta emocionado. Mi futuro verdaderamente se veía esperanzador. Y todo gracias al trabajo que había hecho a lo largo de mi vida. El apoyo de mi madre, el talento heredado de mi padre. Ahora todo era perfecto. Más que nada en el mundo quería rescatar a aquellos demonios y regresar a mi ciudad cuanto antes.

-¡Buen viaje!-gritó la capitana mientras saltaba desde lo alto de la zona de pilotaje.

Su cuerpo se cubrió de escamas reduciendo exageradamente el fuerte atractivo del que alardeado antes. Sus piernas se trasformaron en el cuerpo de una serpiente con dos pequeñas aletas al final y su cabello se trasformó en tentáculos con ventosas.

-Hay se va la que podía haber sido la alegría de este viaje-comentó Syniel horrorizado por la nueva apariencia de la sirena naga.

Sin dedicarles una última mirada a nuestros escoltas los cuales se alejaban nadando a gran velocidad. Me acerqué de nuevo al borde del barco, guarde mis cartas y derramé un par de lágrimas para poder limpiar las inseguridades que las cartas me habían provocado. No inseguridades en sí, si no preocupaciones que podían interferir en la misión.

-Ian-se acercó el demonio de los espejismos golpeándome simpáticamente sus cuernos contra los míos para animarme-¿Podemos hablar?

-Claro-dije secándome las lágrimas.

-¿Tiffany es tu madre verdad?

-¡¿Qué?!-pregunté un tanto asombrado-¿La conoces?

-¡Oh sí!-dijo él-Más de lo que te pudieras imaginar.

-Pero si solo me sacas 1000 años-dije un tanto misterioso.

-Es algo extraño de explicar,…

-¡¿No envejeces nunca y llevas más de un millón viviendo en este mundo?!-pregunté ensimismado ilusionándome con tan sola la idea de poder ser yo también joven y apuesto el resto de mi vida.

-Esto…

-¿Me has trasmitido tu inmortalidad con el beso de antes?

-¡Qué no es eso leñe!-gritó él asustándome.

-Pues que vida más aburrida tienes-susurré mirando al mar.

-La misma que la tuya-dijo él despelujándome con sus manos-Es solo qué los demonios de mi raza trasmiten sus recuerdos a través de las líneas de sangre. De tal manera que yo recuerdo lo que mi padre vivió, y él lo que mi abuelo,…

-No me entero de nada-le sonreí.

-Dejémoslo en que puedo recordar cosas que ni siquiera he vivido.

-¡Mola!

-Conocí a tu padre-dijo provocando que mi atención se desviara completamente hacia él-No exactamente yo, si no mis antepasados. Y eso provocó que conociera a tu madre,… El caso es que quiero contarte algo que seguramente sea de tu interés.

-¿Qué fue un bravo guerrero que sirvió a Leviatán durante toda su vida hasta que le atravesó una espada del cielo?

-…-permaneció en silencio y bajó la cabeza-Apenas recuerdo su nombre, ni siquiera visualizo su rostro. Supongo que tu tampoco ya que los demonios del sexo tendéis a olvidar datos de las personas que han sido importantes para vosotros pero que no han seguido en vuestra vida.

-Sigue por favor-dije.

-Claro que fue un bravo guerrero y claro que luchó a favor de la ciudad en numerosas situaciones. Pero al igual que otros a él le atormentaba un oscuro secreto. Algo que podría llevarle a la muerte si le descubrían.

-…

-Sus más fieles aliados eran Renegados-dijo provocando que casi se detuvieran los latidos de mi demoníaco corazón-Ellos tienen sus propios ideales y eso provoca que no sigan las leyes de la ciudad pero no son malos…

Entonces me abalancé hacia él. Me coloqué sobre él casi de la misma forma de cómo lo hice aquella mañana en su mansión. Pero esta vez no buscaba un beso ni siquiera un momento placentero. Mis manos clavaban sus uñas en su cuello provocando que unas gotas de sangre emergieran. El poder demoniaco que disponía se activó de tal manera que Syniel no pudiera moverse quedando prendado de mí.

-Eres uno de ellos-susurré mientras mi cola se movía de un lado hacia el otro enfurecida.














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