miércoles, 13 de junio de 2012

Surferos Paletos

Escucho las olas del mar golpeando contra el gran precipicio sobre el que estoy sentado. Las gaviotas vuelan de un lado hacia el otro gritando como nunca lo habían hecho. He perdido mi tabla de surf y junto a ella mis ganas de seguir caminando. Quiero dejarme caer, quiero sumergirme bajo la gran capa de agua y quedarme allí hasta que llegue mi fin. Aunque lo he pensado un par de veces, solo hay dos cosas que pueden salvarme.

La primera es tener escamas, branquias y cola de pez. Ser lo que la gente de a pie llamarían ¿monstruo? y salir nadando hasta el fin del mundo, sentirme libre bajo el mar, sentirme en mi propia salsa. Quiero ser un pez o en su deficiencia medio-pez (o medio hombre como quieras llamarlo), pero sé que cuanto más lo pienso más loco parece que estoy.

En cambio la segunda opción es la que me deja anclado en este mar de realidad, es la que me permite escuchar los susurros de los recuerdos y la que me anima a seguir en pie, la segunda opción se resume en un único nombre REDNECK SURFERS. Paletos surferos es lo único que me llena, ni melodias de sirenas, ni siquiera el sonar de los barcos sobre mi cabeza. Sé que si salto no habrá vuelta atrás, sé que si me dejo caer desde este gran precipicio mi vida tocará a su fin... pero creo que estoy preparado para ir al Infierno del Oeste.



Bueno era de esperar que después de mis dos encuentros con los Redneck Surfers les dedicara una entrada a este maravilloso grupo de Rock Country Surfero. Y no es que quiera hacerles la pelota simplemente comunicarles a todos mis seguidores, tanto los que comentan como los que simplemente se pasan para cotillear (cotillas!), que me encanta este tipo de música y en especial las canciones que hacen ellos. Lo repito una vez más para que os vayais acostumbrando REDNECK SURFERS.



Cabalga al paso de la batería de Oliver. Siente el calor del oeste acompañado del sonido de la guitarra de Sergio. Disfruta de tu visita con la sonrisa de la bajista,Lora Green. Escucha la voz más allá de lo real con Grace Lamb. Y regocíjate entre los estallidos de la guitarra de Chuchi.

En conclusión, monta tu córcel sobre las olas del mar y grita "YIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIJAAAAAAAAAH!" como nunca antes lo has hecho.

Bienvenido al Infierno del Oeste.

http://www.youtube.com/watch?v=mq6qWnXk9OU


PD: Os dejo un link con uno de sus temas y despedirme de vosotros diciéndoos que este Jueves 14 en la Plaza Mayor de Salamanca a las 20:00 dan un concierto para todos aquellos Paletos que quieran desafiar la realidad. Prometo que no os decepcionaréis ¿Porqué no confiáis en mí una vez más?

Agradecimientos a los Redneck Surfers por traer a Salamanca música que pocos (como yo) sabíamos que existía.

domingo, 13 de mayo de 2012

Expomanga (más) Magia(igual) Amor

Hoy me desperté con ganas de escribir, con ganas de contaros todas las cosas que había vivido ayer día 12/05/2012. Pero eran demasiadas sensaciones para poder ordenarlas, así que me he tomado la comodidad de aguantarme 12 horas sin escribir y contároslo todo.

Ayer fui al Expomanga de Madrid, mi tercero o cuarto, no me salen las cuentas, me suele pasar con las cosas que me encantan. Muchos cosplay y sin todo el espacio deseado para enmurarlos: Vocaloid, Naruto, Bleach, One Piece, Final Fantasy, Digimon, Pokemon, League of Legends,... entre una inmensa variedad de cosplays.

Pero para mí lo más importante ocurrió más tarde, no fue al llegar, no fue al bajarme del metro, fue justo después. El manga, anime, videojuegos,... pasó a ser una banda sonora, un ingrediente para mejorar el día porque la guinda del pastel llegó después.

Primero me encontré con Patry, la chica con la que pasé mi primer día de cosplay. A la única a la que le acepto el que me llame "Cabra-san" y una niña que se ha ido ganando el aprecio de su servidor, dentro y fuera de Wonderland.

Con Patry llegaron las sorpresas: los chicos del Hiroi Arashi me atormentaban a abrazos (aunque creo que era yo el que les abrazaba) Airice (Ana), Chiaki (su hermana) y Elric. Alver!!! :3 un fiel amigo con el que llevo intercambiado conversaciones por internet durante cosa más de un año ¿o eran dos? una vez más pierdo la noción del tiempo junto a las personas que quiero.

Y entonces la cola de 1 hora de espera hacia la entrada del Expomanga se cortó por un pequeño grupillo de gente que no conocía, o que no creía conocer. Ese fue el primer momento en el que lo vi, y mi corazón combatió contra mi mente. Quedar en la indiferencia por miedo a la decepción o seguir mis instintos, seguir la corriente de las aguas que comenzaban a arrastrarme(?). Me abalancé sobre él y le abracé le prometí verle dentro.

El día fue pasando, mi grupo de seis y yo íbamos disfrutando de las maravillas que nos presentaba el Expomanga. Y gasté gran parte de mi presupuesto en regalos, porque hacer feliz a la gente es lo que me hace feliz a mí.

De nuevo mi teléfono sonaba esta vez para avisarme de que una de las personas más importantes de mi vida había llegado, había comprado la entrada y se había perdido XDD Y verle me llenó de felicidad, le abracé y a su acompañante también. Arcadio (Cristian) iba acompañado de una hermosa damisela (Eli). Me esforcé por caerles bien, por no hacer nada que faltara a su respeto, tanto a uno como al otro pero pco a poco me fui dando cuenta de que estaba siendo yo mismo, estaba a gusto y no podía reprimir mis instintos. Quería gritar, quería llorar de felicidad, pero hacer eso me quitaría tiempo así que seguimos en el Expomanga!

Y entre los brazos de la felicidad, el sonido de los cosplayer y el gozo de sentirme agusto en un mundo al que pertenezco recibí la llamada que cambiaría mi vida para siempre.

Era él,... de nuevo, ahora habíamos quedado para vernos, habíamos quedado para poder compartir aquel gran día el uno con el otro. Tenía necesidad de mantenerme junto a él, de abrazarle, de agarrarle la mano,... pero tenía miedo de espantarlo, tenía miedo de parecer un león en busca de gacelas,... asique esperé, esperé a calmarme, pero cuando me quise dar cuenta le estaba BESANDO, le estaba diciendo lo mucho que le quería y sentía como mi alma brillaba en todo su esplendor dejando a todos en un mundo de sombras. Fueron segundos aunque parecieron días, ahora tenía que darles mi luz, iluminar sus caminos, pero estaba feliz,... tan feliz que tuve que volver a BESARLE en varias ocasiones.

Era un día, un día ESPECIAL. Y ahora no me da miedo decirlo, no me importa quien lo lea o que repercusión tenga en mi vida pero lo diré, lo gritaré a los cuatro vientos (a los 12 o a los 20)

TE QUIERO RUBÉN!


sábado, 5 de mayo de 2012

La luz se hace más grande


Después de mucho tiempo sin subir, días o incluso semanas, ha llegado el momento de que escriba algo para dos personillas que son muy especiales en mi vida.

EVA Y ANGEL (también Elisa :P)

Hoy quiero hablar de un día especial. Un día en el que mi hermano mayor y amigo de la infancia se ha casado. Y pienso que la palabra <> suena demasiado fuerte para lo que es él, pero es ahora años después cuando me acuerdo de cuando jugaba con él.

Recuerdo en la inmensidad de mis pensamientos aquellos momentos en los que me agarraba sobre la cama y me amenazaba con escupirme soltando la babilla hasta casi rozarme, lo recuerdo con repugnancia hacia él, sus babas y esa sonrisa que tanto detestaba. También recuerdo los buenos momentos con nuestra primera consola la play station 1. Aquellas horas de entrenamiento en los que me enseñaba a pelear, a correr con los coches o a jugar con el Crash Bandicoot; por ello le culpo, ahora soy un viciado de los videojuegos. Si tuviera que enumerar uno a uno cada minuto de mi vida junto a él tendría que hacerme cuatro blogs más para poder meterlos todos. Por eso unicamente sonrío, me hago el indiferente y sigo escribiendo.

Eva, la verdad no sé que decirte señorita Herrero, ahora Sánchez (XD). Solo sé que el día que te conocí me dije a mi mismo: -¿Dónde ha encontrado mi hermano a esta mujer?- Me parecías ideal para él, encajabas con la familia y lo mejor de todo,... tu sonrisa era demasiado contagiosa, y sigue siéndolo. No pensé que fuera tener una relación contigo pues (¿porqué no decirlo?) pensé que te irías por la puerta, que nos borrarias de tu vida en cuanto pasara el tiempo. Pero aquí sigues y me has hecho descubrir que no solo tengo una cuñada si no una amiga en la que confiar, a la que contarle que me encanta escribir, QUE AMO ESCRIBIR! QUE MI SUEÑO ES PUBLICAR UNA DE MIS NOVELAS! (algún día) Y QUE CANTO! (o eso creo).

Y pasaron nueve meses y trajisteis al mundo a la persona que me consige sacar una sonrisa aun cuando esté en momentos duros. Que con solo mirarme me deja prendado y que siento la necesidad de darlo todo por ella, Elisa.



Y solo tiene dos mesecitos, no sé que pasará cuando cumplas el año, los dos, los tres, los cuatro,... ¿Te odiaré? ¿Me odiarás? ¿Te cagarás en tu tío? ... No podemos saberlo hasta que el tiempo no pase y hasta el momento tenemos que seguir luchando por nuestros sueños.

jueves, 26 de abril de 2012

¿Un breve descanso publicitario?

He de deciros que detengo mi fan fic de los juegos del hambre por problemas personales y bueno porque hoy día 26/04/2012 quiero hablar sobre mis sentimientos. Siii!!! Por fin conoceréis al verdadero Ian!!!! hoy dedico mi espacio a alguien especial con algo que improvisaré sobre la marcha, algo que consiga haceros sentir lo que siento yo desde hace unos días.


 "La verdad no entiendo el porqué de mi actitud, no entiendo porque empecé a tratarle así y es que rebuscando entre mis recuerdos solo puedo llegar a una única conclusión: rencor. Nunca fui una persona rencorosa, siempre perdonaba al prójimo sin importarme lo que me hubiera dicho o hecho aunque hay veces que es imposible perdonar lo que verdaderamente estruja mi corazón. Hoy os hablaré de mi relación con Dante, si ese demonio idolatrado que aparece en mi vida día si y día también.


 Al principio algo en nuestras vidas provocó que nuestros destinos se encontraran. Yo provenía de un mundo repleto de luz, un falso idilio de lo que la vida podía llegar a ser.

En cambio él caminaba desde un mundo lleno de sombras, oscuridad y sufrimiento. Nuestros mundos entrechocaron y poco a poco me fui dando cuenta de que no todas las esquinas de mi mundo tenían luz, que la oscuridad de mi corazón había sido ocultada bajo grandes mantos de luminosidad. Y todo porque no quería volver a sufrir, no quería volver a repetir los errores del pasado, aun cuando lo hacía mi mente lo ocultaba para no dar cavidad a mis errores. Junto a él pasé los días más grandes de mi vida, reía sin importarme el porque y mi vena novelista cada día estaba a flor de piel, escribía porque había encontrado el significado a mis palabras y mi mundo poco a poco se iba tiñendo del negro de la realidad.

Aprendí a confiarle mis secretos, a contarle mis sentimientos,... aunque poco a poco había un sentimiento que era imposible de explicarle, un sentimiento que nunca más me juré sentir: Yo le amaba. Descubrí que era la persona idónea para mantenerme en la realidad el tiempo estimado para sobrevivir, él conseguía alejarme de un mundo corrupto y llevarme a un país donde podíamos mirar dragones a través de la ventana. Pero poco a poco esa puerta al ensueño se fue cerrando, ya no podía entrar,... Dante me cerraba sus puertas, ya no confiaba en mí, no me prestaba los ingredientes para entrar en su mundo,... de nuevo mi mundo se desmoronaba, mi mentalidad se volvía cruel y poco a poco me transformaba en lo que nunca quise.

 Rencoroso tenía que demostrarle lo que él me había hecho sentir así que poco a poco yo fui encerrándole en su propio mundo. Alejé mi mano de la apertura de su abismo, alejé mis cánticos de donde sus oídos pudieran escucharlos, alejé mi silueta de sus ojos y desaparecí,... únicamente podía comunicarse conmigo a través de una barrera digital.

Quería demostrarle que su indiferencia me hacia sufrir y que como las hadas que una vez creamos en nuestro ensueño, yo desaparecería de su mundo si él no creía en mí. Pero aun así mi sufrimiento no cesaba, cada locura que me contaba mi corazón recibía un aliento de frialdad, mi corazón se estremecía pero no llegaba a sufrir. Entonces encontré el reloj de nuestro tiempo, un reloj en donde me veía caminando solo, lejos de su sombra. Sus locuras estaban matándolo.


 Ahora,... me arrepiento de mis actos, de nuevo haciendo algo que me prometí en el pasado que nunca haría,... arrepentirme. Le hecho de menos, le extraño,... quiero tenerle a mi lado, al menos quiero aprovechar mi tiempo junto a él, quiero volver a escaparme de mis compromisos únicamente para sentarme con él en un parque hablando mientras un viejo pederasta nos observa,... quiero acompañarle hasta la puerta del fin de su viaje al menos hasta que me sea posible,... quiero intentar hacerle feliz,...

 Derramo lágrimas sobre mi teclado, sufro bajo el manto de una sombra que veo marchar,... no sé donde estoy, no sé quien soy,... incluso a veces pierdo las ganas de vivir... ¿Acaso sigo vivo?

sábado, 21 de abril de 2012

Juegos del Hambre. Fan fic

CAP. 1

-¡Has vuelto a destrozar un coche de la compañía!-gritó mi padre a la hora de la cena.

-Lo siento padre-dije resignado mientras desahogaba mi furia apretando la servilleta contra mi puño.

-Arthur…-habló mi madre. Era ella la que siempre me ayudaba, la que calmaba la bestia interior de mi padre-Cálmate cariño, es solo un niño, seguro que pronto logrará hacerse con el control del coche.

-¡¡Uno más!!-gritó-¡¡Un cuarto coche!! ¡¡Si no lo consigue, lo daré por perdido!!

Estaba alterado, no le culpaba, el trabajo cada vez era más duro, el presidente Snow exigía cada día más de sus servicios y era normal que lo pagara con su familia, con su hijo. Cabizbajo dirigí mi mirada a mi hermana Samantha, ella intentaba disimular la furia que le causaba el que mi padre nos tratara así, solo sonreía mientras comía de aquel filete de ternera con miel, aun siendo vegetariana mi padre la obligaba a comer carne. Quizá agradecería que esta noche las broncas me las llevara yo y no ella.

-¡Cindy!-grité levantándome de golpe de la mesa-¡Recoge mi comida! ¡Hoy no cenaré más!

La avox que llevaba sirviendo a mi familia desde hace diez años se acercó sin reparo cogió mi cena impoluta y se marchó a la cocina sin decir nada. Bueno, si lo hubiera querido no hubiera podido, el Capitolio seccionaba las lenguas de los criminales y les obligaba a ser esclavos de las familias más ricas. Pero yo no sufría por ellos, se lo merecían, habían hecho cosas malas y eso era el mejor futuro que podrían tener. Antes que la muerte servir a mi familia era como estar en el paraíso.

-¿Puedo entrar Romie?-escuché la voz de mi hermana melliza que empujaba ligeramente la puerta para verme recostado sobre mi almohada chillando y llorando ante la rabia de no poder encararme a mi padre.

-Haz lo que quieras Sam-dije.

Ella entró, se sentó en el borde de mi cama y comenzó a acariciar mi nuca. Su dedo comenzó a jugar con mis cabellos, luego se colocó en uno de los laterales de mi rostro, un poco por detrás de la oreja y comenzó a dibujar enrevesadas figuras que nunca conseguía adivinar.

-No podrías tener una vida mejor-dijo ella-Somos una de las familias más ricas del distrito 1, no muchos tienen la oportunidad de vivir en una mansión de quince plantas y muchos de los de la escuela envidian poder conducir un coche.

-Soy un inútil-dije- Tres coches y no controlo el estabilizador aéreo.

-Te diré un secreto…-se acercó a mi oído-Yo acabé con dos antes de conseguirlo.

-¿Papá no lo sabe?-me giré lentamente y la miré con unos ojos verdes empapados en lágrimas.

-Le pedí a la profesora Stefan que no dijera nada…-explicó- Kylan, su hermano siempre ha sido un bocazas, seguramente papá le dé un bonus por contárselo además de reponer los coches de la compañía automovilística.

-Cuervos,…

-Mamá siempre lo dice Romie, no debemos fiarnos de nadie, porque siempre intentarán engañarnos para llevarse la fortuna de la familia-después juntos acabamos la advertencia que nos llevaban haciendo durante diecisiete años-y los Meertone han luchado mucho durante décadas.

-Samantha Meertone-dije.

-Romeo Meertone-dijo

-Me alegro de ser tu hermano-dijimos de nuevo a coro.

viernes, 20 de abril de 2012

Juegos del Hambre. Fan fic

Con el estreno de la nueva película de "Los juegos del Hambre" saga que me llegó al corazón, aprovecho para colgar el fan fic que escribí el verano pasado. No espero que lo veais como un plagio, o como un intento de superar a Suzanne Collins, solo verlo como las letras de un fiel seguidor de los libros que decide escribir una historia a su propia manera. El fic se basa en mucho tiempo atrás justo antes de los juegos en los que Katniss Everdeen participa, espero que os guste.

Libro Primero: Castillo de Hielo

Prólogo

El coche se me iba para todos los lados, intentaba frenar pero siempre olvidaba apretar el estabilizador aéreo para no caer de golpe sobre el pavimento. Este era el tercer coche que utilizaba e iba por el mismo camino que los otros dos.

-Relájate-me dijo el profesor sin poder apartarse de los agarraderos del asiento del copiloto, justo después de caer al suelo de golpe.

-Lo siento Kylan-le dije sin poder mirarle a los ojos limitándome a mirar los tatuajes azules brillantes que recorrían su cuello.

-Tienes que tomártelo con más calma jovencito-me regañó.

El profesor de automoción aparentaba ser más joven de lo que verdaderamente era. Realmente tenía cincuenta y seis pero los tratamientos del Capitolio parecían haberlo transformado en un hombre de treinta y pocos.

-¿Puedo preguntarle algo señor?-dije.

No es que quisiera eludir el regaño, aunque también serviría, pero llevaba tres semanas, una por coche, queriéndole preguntar que significaban los tatuajes de su cuello. Muchos se tatuaban extraños signos para seguir la moda, elegían colores llamativos para resaltar entre la gente del Capitolio o incluso se tatuaba el cuerpo completo para hacerle frente a aquella gente que se teñía la piel de colores tan llamativos que casi no parecían ser normal.

-Dime Romeo-habló con la sabiduría que le habían concebido los mismos años que ahora no parecían atacar su cuerpo.

-Esos tatuajes ¿Tienen algún significado?-pregunté sin ni siquiera darle tiempo a intuirlo.

-¿Y por qué piensas eso?

-Bueno, si siguieras la moda hubieras escogido colores como el rosa chillón, el naranja o incluso el verde-me expliqué mientras aquel olor a quemado comenzaba a adentrarse por los conductos de ventilación del coche.

No tuve tiempo a terminar de elaborar mi pregunta cuando tuvimos que salir del coche, llamar a un grupo de protección civil y que se lo llevaran de aquí entre rugidos y potentes descargas eléctricas.

-¿Por dónde íbamos?-preguntó curioso por saber las teorías que azotaban mi mente.

-Bueno-proseguí-Creo que soy lo suficientemente empático para saber que nunca te harías un tatuaje si no fuera importante para ti.

-¿En tres semanas han conseguido sacar todo eso?-se acercó a mí como intentando encontrar algo entre mis manos, un detector de mentiras, o algún extraño aparato nuevo para sacar pensamientos o ideas.

-No, no tengo nada señor-dije.

-¿Qué es lo que ves Romeo?-señaló sus tatuajes.

Iban desde el centro del cuello hasta la nuca y después volvían hasta el comienzo de la barbilla. A mi ver parecían olas, o incluso bandadas de aves tan pequeñas que casi era imposible distinguirlas.

-¿Olas señor?

Comenzó a reírse, como si hubiera dicho algo tan ridículo que causara que ahora se sentara en el bordillo de la acera riéndose a carcajada limpia. La gente pasaba y yo casi me avergonzaba de conocerle.

-Es el cuerpo de un dragón-explicó. Y las escapas tenían forma de aves. A decir verdad si que daba el pego, un dragón que emergía de la nada que rodeaba su cuello como si se tratara de una serpiente que intentaba asfixiarlo. Era azul y brillante y si te movías podías ver como el brillo recorría el lomo y las aparentes garras de aquel dragón.

-¿Dónde está la cabeza?-pregunté buscando sin pausa algo que se pareciera a la cabeza de un lagarto. Con grandes ojos, lengua de serpiente y dientes amenazantes y feroces.

lunes, 2 de abril de 2012

Distantes pero unidos

La única persona que me quedaba en el mundo actuaba de esa forma que tanto odiaba. Su habitación, en nuestro piso franco se mantenía completamente vacía, los armarios habían sido saqueados e incluso su cama prescindía de sus mantas. Mi mejor amigo seguía recogiendo sus pertenencias y las metía en una maleta, aunque yo no creía que fuera a cerrar después de todo.

-¿Qué está pasando?-pregunté-¿Porqué haces esto?

Una vez más se limitó a sonreír, a emitir una pequeña carcajada y a seguir recogiendo sus cosas. Siempre había pensado que el mundo se regía por reglas internas en cada individuo, para mí, no responder a las preguntas era como darle la razón al que preguntaba. Pero mis reglas no se le podían aplicar, no a él.

-¡Löwe!-grité sin obtener una reacción por su parte-¡Dante! ¡Rubén! ¡León! ¡¿QUIERES RESPONDERME DE UNA VEZ?!

Enfurecido me acerqué a su maleta y comencé a sacarlo a todo. Sus camisetas comenzaron a volar por la habitación, sus pantalones intentaban huir de mis manos y su ropa interior intentaba proteger al resto de pertenencias. Entonces los vi, aquellos medicamentos que tanto había odiado, aquellas pastillas que solo unos pocos tomaban.

Mis rodillas comenzaron a temblar, mi cuerpo se venció sobre mis extremidades y caí al suelo. Una vez le juré que nunca más lloraría por él, estaba llorando pero no por él, no sentía compasión si no miedo, miedo a perder a la persona que había conocido tiempo atrás.

Löwe no dijo nada, ignoró mi actitud y recogió lo que pudo, cerró la maleta y caminó hacia la puerta de salida. Pentasion,... era la única palabra que me venía a la cabeza. Una vez más la naturaleza de mi ser se revelaba. Los cuadros comenzaron a temblar mientras sufría, el cristal de la ventana se rompió, la cama se movió como poseída, el armario comenzó a abrir y cerrar sus puertas continuamente, el entorno que me rodeaba estaba reaccionando a mi naturaleza.

Entonces sentí su mano posándose en mi hombro, una vez más uno de nosotros violaba las promesas que nos habíamos hecho. El no llorar por nosotros o el no recurrir al contacto físico. Sentí su calor sobre mi cuerpo, su piel acariciando mi piel. Todo dejó de moverse, mientras él conseguía hablar, y una vez demostró que aquello no era su punto fuerte.

-Todo se acaba,...-dijo-no nos quedará más que la muerte,...

Escuché el sonido de un helicóptero, sentí como todo volvía a temblar y no por fruto de mi brujería. Ellos nos habían encontrado, pensé que todo se había acabado en el pasado pero estaba totalmente equivocado, una vez más él tenía la razón.

-La inquisición se repite otra vez-comenté.

-Pentasion es nuestra única alternativa-y Löwe se tomó una de las cápsulas.

Su piel se tensó, sus venas brotaron fuertemente pareciendo querer estallar y su cuerpo comenzó a temblar como nunca lo había hecho. La puerta se abrió de golpe y seis hombres uniformados y armados entraron. Löwe se dió la vuelta y estiró uno de sus brazos, de repente una serie de hiedras salieron de su piel atravesando la misma y produciendo que la sangre que intentaba salir de sus heridas se transformara en sabia acelerando el proceso de cicatrización y formando una capa cristalina sobre sus aperturas. Las heridas de Löwe no eran nada comparadas con el triste destino que aquellos agentes del antiocultismo estaban experimentando. Primero las extremidades vegetales atravesaron los cuerpos vivos de los hombres, después comenzaron a salir espinas que hacían del ataque algo mortal e imparable y finalmente un líquido verde emanaba de la boca de sus enemigos, acababan de ser asesinados.

-Dante,…-susurré temblando.

-¡¿Acaso no lo entidnes?!-gritó mientras tomaba la maleta y saltaba por encima de los cadáveres-Vendrán más y peores, no pararan hasta matarnos a todos. La vieja inquisición de brujas no es nada comparada con lo que ahora se avecina.

Intenté seguirle pero andaba demasiado rápido, demasiado rápido para mí. Atacado por el miedo, los nervios y el temor solo pude llamarle. Era demasiado tarde, ya había cogido el tren, lo había hecho sin mí.


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Dedicada al alma que tuvo que marcharse sin previo aviso, no estoy enfadado solo... te extrañaré

sábado, 31 de marzo de 2012

Entre la realidad y el Ensueño

Y cierro los ojos para desinivirme de la realidad. Y respiro con fuerza para sentirme vivo, escucho a la nada para verificar que ya no estoy allí. El examen se había mantenido frente a mí con esas preguntas que tantos estragos le habían causado a mi mente. Siento dolor, no sé si por la presión del profesor mirándome, esperando una buena nota; o por el contrario por ese fauno que me clava sus uñas en el brazo exigiéndome una y otra vez el que le devuelva su rama de madera.

Miro mi mano, en un mundo tengo el bolígrafo resolviendo las matrices y en el otro tengo una rama de madera con tallados quiméricos que me protegen de las sombras que se avecinan al Ensueño. El Fauno grita, el profesor reclama el silencio. Las hojas del bosque de luz se marchitan, mientras mis compañeros de clase van entregando el examen. Mis hechizos florecen bajo mis pies tornando mi cuerpo duro y frío como hielo; mi calculadora me da los resultados del examen haciendo que el ejercicio pueda llegar al aprobado.

Lualdi, el hada sentada en mi hombro me susurra las palabras de mi salvación. Dice, y no sé si del todo con el corazón, que diga las palabras mágicas, que susurre el embrujo de mi salvación. El fauno me agarra con fuerza, el trol grita mi nombre, la dríada susurra mi ejecución. Me levanto, tengo que entregar el examen antes de que suene el timbre, y así lo hago, el profesor me sonríe ¿Qué es lo que espera de mí?

Mientras camino por el pasillo atestado de adolescentes observo como el dragón se acerca a nosotros. Tengo la rama capaz de matarle, pero el Fauno quiere ser él, el que salga victorioso. De nuevo el espíritu del bosque susurra mi ejecución, solo un ser quimérico puede matar al dragón, para ellos soy un simple humano, un humano capaz de lanzar hechizos.

Lualdi me tira de la oreja, tengo que hacerlo ya,... tengo que conjurar el hechizo. Miro a Tom mi archienemigo en clase, tiene un bate de la mano, está dispuesto a hacerlo, y la gente está formando un círculo alrededor de mí. El dragón comienza a lanzar fuego al mismo tiempo que Tom me golpea con su arma. Soy de hielo, resistente a los golpes y resistente al calor. Lualdi grita, no quiere quemarse así que se va volando, se aleja mi mejor amiga, mi confesora, la chica por la que Tom está luchando.

Agarro el bate con mis manos doloridas, lo lanzo por la ventana y me abalanzo sobre él. Ahora estoy sobre el dragón con la rama protectora a punto de acabar con él. Golpeo la cara de Tom mientras busco el punto débil del dragón, una apertura entre sus escamas que consiga darme la victoria.

El fauno se abalanza sobre mí. Mi mejor amigo Carlos quiere detener la pelea, es el primo de mi enemigo y ahora está decidiendo de que lado esta. El fauno quiere la victoria y me arrebata la rama. La dríada susurra mi ejecución mientras el Trol se ríe. Todos se están riendo, allí estoy sangrando con todo el instituto mirándome, burlándose de mí. Acabo de ser humillado, si el fauno quiere la victoria la tendrá, si la dríada quiere mi muerte así será.

Sigo las órdenes de mi mundo quimérico, me lanzo a las fauces del dragón al mismo tiempo que me lanzo por la ventana. No quiero vivir en la humillación, no quiero vivir sin mi victoria.

jueves, 29 de marzo de 2012

No-muertos bajo el sol

No suelo utilizar este espacio para decir las cosas que pienso, para eso tengo el otro blog el cual tengo abandonado (confirmado) pero me gustaría deciros a todos algo que me ha pasado, a mi manera claro.

Un mundo tenebroso solo puede ser combatido por la luz de uno o varios individuos, si esa luz se une se puede formar un gran "farolillo" capaz de acabar con toda la oscuridad pero... ¿Qué pasa si ese farolillo no es suficiente para acabar con la oscuridad que generan millones de personas?

Corrupción, injusticia y avaricia es lo que se ve cada día en las calles y de todos esos condenados hay uno de ellos que guarda un resquicio de luz. Para mí el mundo es como un gran holocausto zombie, si te acercas a ellos, si te muerden quedas infectado para toda la vida. Ahora os hablaré de alguien, alguien que ha conseguido que ese poco de luz que habita en mí se transforme en un gran farolillo sin necesidad de unirme a nadie.

Tiene muchos nombres y uno solo por el que le llamo yo. Esa una persona con la que nunca me hubiera juntado a menos que el destino lo hubiera querido, y así fue. Odio la interrupción en las conversaciones, el me interrumpe cuando hablo. Detesto la impuntualidad, no sé como lo hace pero siempre consigue hacerme esperar (incluso cuando estamos a 5 metros de distancia. Odio las personas que lo ven todo con negatividad, él tiene la costumbre de verlo todo rodeado de una capa de sombras.


¿Y si os dijera que ya no odio ninguna de esas cosas? ¿Y si os dijera que amo que me interrumpa, que me haga esperar, que lo vea todo con un fondo negro? ¿Y si os dijera que cuando me separo de él pierdo la respiración?

Quizá sea raro y muchos pensarán que me he enamorado, pero no es así, al menos de eso estoy seguro sé que siento algo muy fuerte por él pero no es amor, no de la manera en la que una pareja se quiere entre sí. Pero es que de verdad,... siento como si segregara un oxígeno vital para mí, algo indispensable en mi vida, como si los zombies de la vida no fueran rival para mí, al menos cuando estoy con él. Me muero de la risa con sus bromas aunque cuando las pienso veo que un Ian del pasado nunca se reiría de esas bromas. No puedo hablar, no cuando miro sus ojos, me pone nervioso el que me mire y eso cuando tengo un afán incurable de protagonismo.

Me llama Kenne... ¿Y qué más da? ¡Qué me llame como quiera! -.- he intentado durante 21 años huir de las drogas: del tabaco, de la cocaína, del alcohol,... pero verdaderamente ahora sé que él es mi única droga y tengo miedo de que llegue un día en el que sea adicto a él.

Bien, mal; Luz, oscuridad,... ¿Qué más da todo eso? Cada día una voz me habla desde mi interior, me dice cosas que jamás me pararía a escuchar.

-Te volverás loco si intentas comprenderlo,...-dijo anoche.

-Si tengo que enloquecer para poder estar con él, prefiero vivir como un loco antes que vivir como un hombre-le respondí sin pensarlo dos veces.

Dante

miércoles, 28 de marzo de 2012

La crisálida marchita

El bosque marchito se mostraba tan tétrico como lo solía hacer cada noche. Las hojas se marchitaban cuando la luz de la luna asomaba en el más oscuro de los cielos y estas formaban una alfombra marchita a lo largo de todo el recorrido. Se escuchaban gritos, quizá producidos por los silbidos del viento a través de las ramas desnudas o seguramente de las víctimas que eran asesinadas, víctimas que gritaban por su vida. Aunque yo sabía que la gran parte de esos gritos los proferían los árboles, ellos lloraban cada noche por la pérdida de sus hojas, se sentían desnudos, incomprendidos y las lágrimas de sangre emanaban una y otra vez de sus troncos. Árboles sangrientos habían sido bautizados hace más de mil años.

Mis pies embotados sentían como la sangre de los árboles palpitaba en la suela de mis botas, las hojas marchitas se resquebrajaban a mi paso mientras mis extremidades se hundían en la mezcla de barro, sangre y muerte. La túnica que mantenía mi rostro oculto bajo una capucha era de un color índigo, oscuro y brillante a la vez. A ojos de los mortales sería un espectro que vagaba por el bosque, aunque no creo que hubiera muchos mortales con vida en esos momentos. Todo estaba tan oscuro que solo dejaba que mis pasos se guiaran por el olor.

Poco a poco, mientras avanzaba podía sentir como el calor de una hoguera erizaba mi piel. Cien años atrás había preferido un lugar más tranquilo e incluso doscientos años en el pasado maldije a mis maestras por haber elegido este bosque como base principal de nuestro aquelarre.

Una vez más cien años después regresaba para alimentarme de la vida de otros, necesitaba preservar la mía y no me importaba el precio que tuviera que pagar. Vírgenes, infantes, ancianos o incluso vagabundos; estos últimos menos ricos que los primeros, pero este era el requisito principal que teníamos que afrontar centenar tras centenar, ser un brujo no era del todo sencillo.

La brujería en el siglo XXI no estaba bien vista. Cuando alguien presenciaba algún ritual podía tener distintas conductas de reacción. La primera era chillar como un descosido replanteándose toda la fe que una vez abandonó, contarlo por todos los lados y acabar como un loco esquizofrénico que escucha voces en su interior. La segunda era sonreír, aceptar con la cabeza y sacar el único trozo de papel que guardan en su bolsillo para aclamar un autógrafo; ni siquiera se molestaría en buscar las cámaras simplemente aceptaría la escena, el asesinato del cerdo en medio de una estrella de cinco puntas. Y la tercera y más peculiar era acercarse al centro del ritual tocarte la espalda con delicadeza y preguntarte: ¿Cómo lo haces? ¿Dónde está el truco?

Daba igual cual era la conducta, no se podían dejar pruebas y tarde o temprano acababan como víctimas de un ritual esotérico y todo ¿para qué? ganancias, venganza, tradición o simplemente diversión.

La cueva del aquelarre La crisálida marchita cada vez está más cerca. Desde aquí puedo escuchar las risas, seguramente hayan bebido jugo de marmota especiado con licor de lirios. Creo que llego tarde a la fiesta ¿Habrán devorado ya a la virgen? ¿Quién será el siguiente?

Ah sí,... ya lo recuerdo, en el mensaje venía la lista de víctimas, el siguiente eres tú ¿Estás preparado? No te dolerá, solo cierra los ojos... Veamos que tal sabes.




Dedicado a todos aquellos que ven la vida como algo mágico y no como algo monótono y aburrido ^_^

sábado, 24 de marzo de 2012

Fauces de acero

El silencio únicamente era combatido por el fuerte sonido del acero contra el acero. En su esfuerzo, la luna conseguía alumbrar con nitidez aquel prado de dientes de león, mientras aquellas dos siluetas masculinas combatían por algo más que sus vidas. La brisa apenas conseguía zarandear la inmensa vegetación que se posaba bajo los pies de aquellos muchachos, uno totalmente opuesto al otro.

El primero era un chico de apuesta belleza cuya edad nos e alejaba demasiado de la adolescencia. Sus cabellos dorados reflejaban con sutileza los brillantes rayos de luna, al mismo tiempo que aquellos ojos azules reflejaban la imagen de su enemigo. Su hermosura solo era comparada con la elegancia con la que efectuaba sus movimientos, vestía un conjunto de seda blanca, desde arriba parecía un danzarín esquivando las estocadas de su enemigo y blandiendo aquella espada de hoja curva y empuñadura con motivo floral.

En cambio el segundo de aspecto mucho más robusto y musculado con un rostro viril y más envejecido tenía un cabello tan negro como el azabache, una mirada tenebrosa y unas vestimentas de aspecto salvaje y oscuro. Media varis centímetros por encima de su enemigo y su espada era tan grande como pesada. Sus movimientos eran toscos y lentos pero la resistencia de la que gozaba su cuerpo estaba muy por encima de la del danzarín.

Presos del tiempo proseguían el duelo una y otra vez sin encontrar nunca un final. La sangre emanaba de sus manos fruto de la dureza con la que sujetaban sus armas, el sudor recorría sus gestos y sus piernas se esforzaban cada vez más por mantener los cuerpos erguidos. La noche era tan larga como la eternidad pero ellos no podía decir lo mismo, el cansancio empezaba a ser su segundo enemigo, tarde o temprano alguien tendría que bajar la guardia, pero ¿Quién sería? ¿El hermoso danzarín de la rosa? O por el contrario ¿Sería el guerrero de la noche el vencedor?

Nubes comenzaban a hacerle compañía a la luna, algunas amenazaban con lluvia y las otras se mantenían en la lejanía por miedo a que aquellas espadas dieran una estocada en la dirección equivocada. Las estrellas también decidían acercarse a disfrutar de aquella equilibrada batalla que la luna presenciaba, incluso susurraban junto al viento el precio de sus apuestas.

El danzarín se impulsó sobre sus pies para proporcionar un gran salto. Sus cabellos dorados se agitaron contra el viento mientras su cuerpo elaboraba una majestuosa pirueta aérea. Su enemigo pronto quedó de espaldas a él y pudo asestarle un golpe no mortal. El corte emprendió su camino desde la cintura en vertical hasta la parte más concéntrica de la espalda.

El guerrero no protesto, tan solo se giró con fuerza asestando un corte en horizontal al aire que su enemigo había dejado antes de agacharse para esquivar aquel movimiento. La sangre ahora empapaba la parte trasera de su jubón de pelo lupino. Una vez más el danzarín sonreía dulcemente ante la victoria de su ataque, pero aun quedaba noche por delante y la batalla no había acabado por el momento.


Los dientes de león decidieron soltar sus pétalos al viento y decorar aquella batalla con pequeñas motas blancas volando de un lado para el otro, acompañados por los golpeteos del viento que parecían susurrar algo más que palabras de muerte.

Una vez más el danzarín de la luna esquivó la estocada de su enemigo pero no pudo prevenir como el guerrero de la noche golpeaba su boca con un puño embriagado en furia y ansias de victoria. El muchacho se desplomó en el suelo sin poder evitar soltar la espada, estaba indefenso y su enemigo estaba preparado para terminar con el duelo. Un sabor metálico explotó en su paladar cuando el guerrero le asestó con otro puñetazo. Había dejado su espada en el suelo y ahora se mantenía sobre él golpeándole repetidas veces con un rostro tan sombrío como sádico.

Uno de los dos tendría que mover sus fichas y acabar con el rey del otro en el inmenso tablero de ajedrez que era aquel duelo. Aquella mirada esmeralda se dejó vencer por los párpados ante el miedo que el rostro enemigo le causaba, pero no por ello dejó de jugar su estrategia. No sería tan fuerte como él, ni siquiera tan robusto, musculoso o resistente. Pero tenía algo de lo que podía alardear, algo que se situaba a escasos metros de la belleza casi inmortal con la que el destino le había regalado. Con una inmensa flexibilidad los pies del danzarín se colocaron alrededor de la cintura del guerrero y con la fuerza más inmensa de la que jamás había hecho uso logró tirarlo hacia atrás y alejarse con volteretas tan hermosas como majestuosas.

Una vez más ambos combatientes estaban uno situado frente al otro. Esta vez había más sangre, tanto en la boca del danzarín como en los nudillos del guerrero. Había llegado el momento de darle fin a aquel infierno. De repente, en un abrir y cerrar de ojos ya no había dos muchachos dispuestos a pelear, si no dos lobos de gran tamaño enseñando sus fauces amenazadoras. El primero con ojos verdes esmeralda y de un pelaje blanco casi rubio, y el segundo negro como la noche y tan tenebroso como la muerte.

-¿Estás bien Laura?-dijo Estrella, la mejor amiga de la chica.
Laura se había quedado obsoleta mirando aquel documental de lobos. La lucha de ambos animales había empezado como una disputa por el territorio y ahora había acabado con el lobo blanco siendo devorado por el lobo negro que reclamaba su madriguera como el rey que reclama su castillo.

-¿Has decidido ya con quien ir al baile de primavera?-preguntó de nuevo Estrella.

El tema estaba claro, Laura tenía que decidir si ir con Ezreal(rubio, delgado y muy guapo) o con Alexiel (moreno, musculado y frío) al baile de primavera a tan solo veinticuatro horas del festival estudiantil.

-¿Cómo elegir si mi corazón les pertenece a los dos?

viernes, 23 de marzo de 2012

Noche de Brujas

Anoche desperté interrumpiendo un maravilloso sueño y me vi obligado a subir la persiana. La niebla se había levantado tan densa que apenas podía observar la casa del vecino situada a escasos metros. Una distancia que si me propusiera podría alcanzar caminando por el mármol que decora mi ventana y llegando con agilidad hasta la pared. Pero la casa ya no estaba. La niebla la había devorado y ahora mi familia y yo estábamos presos de la soledad. Ellos no lo sabían, ni siquiera se molestaban en regresar de los sueños y acudir en mi ayuda, seguían durmiendo.

Lo extraño de la situación no era no poder ver la casa de mi vecino, no poder observar el paisaje urbano que me rodea cada día, si no el simple hecho de que a pesar de la espesura de la niebla una luna tan roja como la sangre me sonreía en la lejanía.

Entonces empecé a escuchar risotadas. Carcajadas de todos los tipos: masculinas, femeninas, graves, agudas, divertidas y aterradoras. Pude haber gritado, pude haber despertado a toda la cosa únicamente por temor a recibir algún tipo de daño, a ser asesinado.

La gran parte de la humanidad se preocupa solo de una cosa, de no morir. De llegar sano y salvo a fin de mes para poder mantenerse con vida un mes más. Pero yo no soy como la gran parte de la humanidad, y quizá por eso me tachen de raro. Que sea diferente a ellos no quiere decir que sea una rareza. En aquel preciso momento podía haber corrido como hubieran hecho ellos, podía haber gritado aterrado, haber cogido el teléfono y haber llamado a emergencias ¿Para qué? Aquel era mi espectáculo, era una melodía hecha únicamente para mí.

Ahora no solo escuchaba las risas si no que comenzaba a ver como siluetas danzaban desnudas de un lado a otro en la noche. La niebla había desaparecido y la luna seguía sangrienta iluminando cada retazo de la noche. Pero ¿eran escobas lo que tenían entre las piernas?

Desde niño me habían dicho que las brujas eran las malas de los cuentos, que al igual que las hadas no existían y que únicamente había brujas y no brujos. Ahora comprendí que de niño estuvieron ocultándome la verdad tras una manta de seda. Me contaban mentiras, y ahora sabía la verdad. Uno de los individuos voladores se acercó y me prestó su mano para montar junto a él en la escoba y juntos volamos por el cielo.

Algunos niños corrían de un lado a otro mientras nosotros los cogíamos y los echábamos a un caldero hirviendo, aquella noche ya teníamos cena, aquella noche podía ver la hermosa realidad, yo también era uno de ellos, yo también era un brujo.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Aunque no te pueda ver...

Destellos en la noche acompañados de gritos de dolor, esa era la banda sonora que durante tantos años me habían acompañado. El destino me había dibujado caminos diferentes que había decidido seguir pero ahora, justo una década después el mundo requería de mi ayuda una vez más.

-Arcadio al habla, dime tu posición-escuché la voz a través del transmisor.

-Treinta y seis punto cero al norte del emplazamiento principal-le respondí posando mi dedo en el auricular que se ocultaba en mi oreja.

-Reagrupémonos en veinte punto cero-me contestó mi compañero de equipo-Tengo que notificarte algo.

-¿De qué hablas Arcadio?-pegunté con la curiosidad a flor de piel y un temor casi desconocido aflorando en mi interior, pero no obtuve respuesta, mi compañero había cortado la transmisión dándome solo un punto de encuentro.

Suspiré y apreté un poco más el nudo que vendaba mi brazo herido. Los rizos me caian con fuerza sobre la cabeza y mis ojos verdes lo observaban todo con detenimiento. La noche solo era combatida por la espesa niebla que comenzaba a levantarse y la luz de la linterna portátil que se encontraba en mi torso. El sudor provocaba que aquel uniforme se pegara cada vez más a mi piel, los calzoncillos se mantenían húmedos y no eran fruto de la orina, ni nada por el estilo. Cuando un soldado se zambulle en la misión más importante de su vida lo que menos piensa es en orinar.
-Pistola a punto-susurré mientras me aseguraba de que me quedaba un cargador en el bolsillo y otro entero introducido en el arma. Saqué el cuchillo que descansaba envainado en la parte trasera de mi cinturón y lo limpié en mi ropa-Cuchillo impoluto-lo guardé de nuevo y encendí el láser que facilitaba el apuntar de mi pistola-Continua el juego.

Sin dejar la posición de acobachado emprendí una caminata de árbol en árbol, apoyándome en cada uno de ellos y cerciorándome de que el enemigo no me había visto, ni siquiera se encontraba cerca. El frió se introducía incluso a través de los guantes sin dos dedos (pulgar e índice) y recorrían mi piel erizándola y provocándome culpabilidad por no haberme hecho con una tercera camiseta interior.

Seguí moviéndome ayudándome de las sombras devoradas por la niebla, los árboles me daban el escondite idóneo para pasar desapercibido sobre las miradas de los curiosos. Los sonidos que más temía en aquellos momentos se iban acercando cada vez más a mí según me movía,… ¿O era yo el que se acercaba a ellos?

-¿Posición?-habló Arcadio activando mis nervios a flor de piel.

-Diecinueve punto nueve-dije dando un par de pasos y encontrándome frente a un gran barranco que me dejaba a escasos metros sobre un pueblo abandonado.

-¡Pebol!-gritó Arcadio alarmado-¡Necesito refuerzo! El objetivo se ha disgregado alertando al resto,… no alcanzo a contarlos con certeza ¿Cincuenta? ¿Cien?

El sonido de los disparos estalló en mi transmisor, mi compañero del equipo Delta necesitaba mi ayuda y yo no podía quedarme allí, mirando como los destellos de su pistola acaban con unos individuos para hacerles ganar terreno a otros que ahora asomaban a través de las casas. No los veía con tanta claridad cómo podía verlos él pero sus destellos también me alumbraban sus espaldas,… estaba rodeado.
Cogí carrerilla y me apresuré al vacío que separaba aquel barranco del pueblo. La caída sería mortal si no hacia algo para remediarlo. Comencé a girar sobre mi mismo en el aire formando perfectas acrobacias aéreas y acelerando el peso de mi cuerpo así como la velocidad de mi caída. Las casas de de piedra y teja vieja se acercaban con expectación mientras yo guardaba la pistola para desenvainar el cuchillo y asegurarme de dar la estocada idónea en el momento justo.

El cuchillo se introdujo en la piedra mientras mis pies frenaban doloridos la caída. El peso de mi cuerpo había sido detenido por el golpe del cuchillo en la roca y por mis pies embotados clavándose en las rocas más puntiagudas. Me quejé, lo hice como nunca lo había hecho incluso sentí como la presión de mis manos rodeando el cuchillo producían una fuerte quemadura, pero estaba vivo y había llegado al pueblo, eso era lo que importaba.

La adrenalina me cubría de piernas a cabeza, el cuchillo se mantenía en mi mano izquierda mientras la pistola apuntaba aquellas siluetas de espaldas a mí. Eran demasiados, demasiados para poder acabar con ellos con tan solo dos cargadores, pero tenía que intentarlo, tenía que dar lo mejor de mí o morir en el intento.

Los cuatro primeros se trataban de una familia, un padre, una madre y dos hijos. Sus caras se mantenían corroídas por el virus, sus dientes afilados y sus andares torpes. Disparé al padre en la pierna para provocar que los otros tres se giraran hacia mí, me apresuré en mi mejor sprint y golpeé la cabeza de la madre con una patada para derribarla, clavé el cuchillo en la frente del niño y coloqué el cañón de mi arma en la nuca de la niña que se mantenía fijada en su objetivo, Arcadio. El estallido de mi arma le verificó a mi compañero que había sido yo el que había disparado. Acabar con el padre fue un juego de niños, sin poder utilizar su pierna, este la arrastraba esforzándose al máximo en llegar hasta a mí. De nuevo me abalancé sobre él, salté y formé una silueta de derribe, mis piernas delante de mi cuerpo y mis manos preparadas para recibir el impacto.

El padre chocó con fuerza hacia una de las paredes de la casa y ahí tuvo que sentir como su cabeza se rompía en mil pedazos mientras yo paraba la caía con mis manos y retomaba la marcha de protección.

-¿Cómo has tardado tanto?-dijo Arcadio mientras me colocaba en su espalda.

-Había uno de estos muertos con un hacha-recordé el golpe de mi hombro-Créeme no pude tardar menos. ¿Dónde está el resto?

-Tiritas está el cuarto empezando por la derecha. Traca se acerca desde la segunda casa y Chuletas se arrastra hacia ti-dijo Arcadio con frialdad.

-Han sido infectados-dije mientras apuntaba con mi pistola a un hombre vestido de militar, sin piernas y tan gordo como siempre lo había recordado-¿Sólo quedamos nosotros?

-Tu sopla nucas no responde-el primer disparo fue a parar en la cabeza de una anciana que se sostenía con la ayuda de un bastón-Debe de haberse marchado con el transporte.

Disparé a Chuletas en la cabeza y dejó de moverse. Uno de los zombies se abalanzó sobre mi compañero, pude neutralizarlo con un corte limpio en su cuello y una patada en sus partes más viriles.


Dos disparos de la pistola de Arcadio y definitivamente el equipo Delta había sido disgregado. Eran demasiados, y quizá por ello mi compañero se quedó sin munición. Intentaba abrir un camino por el que poder pasar pero eran demasiados, demasiados para que dos nos pudiéramos salvar.

-Me quedan tres tiros de escopeta-dijo él-Te abriré paso y podrás salir de aquí, encuentra un lugar alto al que no puedan subir y espera a que te salven.

-¿Y tú?-pregunté.

-Yo he vivido demasiado-sonrió-No hay nadie que me espere en casa,… ya no.

Hubo un silencio solo combatido por los golpes que les proporcionábamos a los muertos vivientes más cercanos: ruptura de cuellos, de piernas o incluso de brazos pero no era suficiente. Entonces por una vez en mi vida dejé de ser egoísta, egocéntrico y antojista. Le dí el cargador de reserva a Arcadio y saqué el cargador con media munición de mi pistola. La guardé en su funda y desenvainé tanto mi cuchillo como el de mi compañero.

-Hay otra elección-dije-Siempre hay un segundo camino para llegar al paraíso-sonreí-Abre paso caminemos juntos y yo te cubriré. ¿Ves la casa del alcalde?-pregunté esperando a que mi compañero viera aquel gran edificio situado a varios metros lejos de allí-Ese será nuestro punto de salvación ¿Preparado?

No supe si fueron los años de complicidad que nos habían dado los videojuegos, la década de amistad que nos había dado el destino, pero nuestros movimientos solo parecían estar sacados de una película de danzarines. Con un disparo de su escopeta cinco zombies caían en el suelo, yo usaba los cuchillos para rajar los cuellos de aquellos que amenazaban a mi tirador. Mis movimientos eran ágiles, los suyos pesados, mis estocadas eran sangrientas, sus tiros eficaces…

La munición de escopeta dio por finalizada, mis manos temblaban ante la adrenalina que me causaba matar. El edificio estaba cada vez más cerca, nuestra salvación ya se podía saborear pero no sabíamos lo que se avecinaba. A cada disparo de la pistola de Arcadio un temblor obligaba a las rocas más débiles a precipitarse al pueblo. Las casas situadas más cercanas al barranco quedaban sepultadas junto a los zombies que decidían salir a atacarnos. ¿Era una oportunidad o una prisión?

Algo se acercaba hacia nosotros, algo tan grande como maloliente. Media tres metros, era rápido, era ágil, era preciso,… no tenía ninguna de las habilidades que habían acompañado a nuestros enemigos, salvo quizá solo la carne infectada. ¿Estábamos perdidos o simplemente era una nueva etapa de nuestra vida?


Dedicado a mi fiel compañero... Aunque no te pueda ver sé que estás ahi :)

For You Archy

lunes, 19 de marzo de 2012

El significado de la luz

Cada mañana me despierto y observo el mi reflejo sonriente desde el otro lado del espejo. A veces me susurra cosas, me dice verdades y otras me miente por diversión. Un día puedo aprenderlo todo con él y al siguiente querer romper el cristal con mi puño.

Las luces centellean, las paredes crepitan y lo único que consigo es volver al mismo punto. La vida quizá sea monótona, recorres los mismos caminos y regresas al punto de partida como si la vida fuera un videojuego donde el cargar partida se reanudara una y otra vez.

Pero entonces aprender que esa monotonía puede ser divertida, puede ser ideal,... puede ser perfecta, siempre y cuando sepas hacer uso de ella. Hace un tiempo descubrí que toda oscuridad tiene una luz por muy débil que esté, descubrí que incluso en la más peligrosa de las penumbras se puede encontrar un rayo de luz brotando desde un cielo casi inexistente.

Si el cargar partida de mi vida se reanudara una y otra vez, estaría dispuesto a conocerte una partida tras otra. Eres alguien que se merece algo más de lo que la vida le ha dado. Quizá las cosas no sucedan como queremos. Puede que mi luz extermine tu oscuridad, o que tu oscuridad mate por completo mi luz. Pero estoy completamente seguro de que aunque supiera que el final de nuestra historia fuera malévolo, sádico y trágico para ambos, no podría alejarme de ti con facilidad. Quizá acabemos y lo más seguro es que la espina de nuestras vidas sea tan opuesta que el simple hecho de acercarnos puede llegar a envenenarnos.

Pero estoy completamente seguro de que no me pondría estas alas si no estuviera dispuesto a volar. Las bocanadas de aire son fuertes, tan fuertes como para arrastrarme a puntos que nunca estaría dispuesto a visitar. Hubo un tiempo en el que daba cualquier cosa por ser feliz. Podría ser egoísmo, podría ser egocentrismo,... daba igual quien sufriera si podía sacar partido de ello.Y entonces te das cuenta de que las sombras siempre han estado ahí. De que hasta el ser más puro de luz tiene la más profunda sombra en su interior aunque ahora no la muestre.

¿Y si esperaras algo improbable de otra persona?


La probabilidad es tan negativa como positiva. La probabilidad puede llegar a ser tan certera como nula pero la perseverancia siempre obtiene su fruto. Y quizá no sea el que nos esperamos, quizá solo sea algo que en el hoy y el ahora no nos sirvan para nada. Pero llegará un momento en el que te des cuenta de que esa persona es importante para tí. Importante para lo que llevas esperando durante mucho tiempo; O por el contrario importante para algo que nunca te hubieras esperado,... solo espera a que ese rayo de luz ilumine tu vida. Solo espera a encontrar una salida a este laberinto.

viernes, 16 de marzo de 2012

Delite Bite

"Estaba oscuro, tanto que los demonios del pasado salían de sus escondites para atacarme. Había pasado mucho tiempo desde que conseguí sacarlos de mis pensamientos, de mis pesadillas,... de mi vida, pero ellos siempre volvían, tarde o temprano siempre tenía que plantarles cara.

Ocurrió tan deprisa como aterrador. Me encontraba solo en medio de una oscuridad tan espesa que ni el farolillo que colgaba de mis manos podía combatir. Los susurros, los gruiñidos y el sonido de sus pasos rompían aquel silencio sepulcral erizando cada parte de mi piel. El viento acariciaba mi cuello y se debatía entre besar mis labios o penetrar en mi ropa. En aquellos momentos no era el viento lo que me preocupaba si no ellos. Corrí, esa fue la única respuesta que encontré a mis temores, tenía que huir de ellos, escapar de sus garras antes de que consiguieran devorarme.

Miedo, temor y soledad era lo único que sentía. Mis amigos podían estar cerca, mis pilares podían estar a mi lado pero aquella guerra era especialmente para mí.

Vi algo, a lo lejos, en la oscuridad que formó un ápice de esperanza en mi interior. Una luz en medio de la oscuridad, la frase perfecta para describir el significado de mi apodo más preciado, Aure.

Sin más salida que la aquella luz me adentré a través de aquellas puertas de cristal. El lugar era pequeño, íntimo pero era perfecto. Tranquilidad, alivio y libertad eran ahora los sentimientos que luchaban contra los tres anteriores. Espada contra espada, acero contra acero y el sonido de los cañones en los más peligrosos mares de mis pensamientos.

-¿Qué van a tomar?

Aquella voz resonó como una melodía más valiosa que la partitura más trabajada de Mozart. Daba igual lo que tuviera que tomar, beber o comer en aquel lugar, daba igual si tuviera que sentarme en el suelo,... solo quería quedarme, dejarme abrazar por aquellos brazos que me hacían olvidar.

-New York Cheescake-es lo único que pude susurrar.

Esponjosa, dulce y con ese toque a frambuesas que tanto añoraba. Un mordisco era suficiente para hacerme volar lejos de allí. Quizá había perdido las alas tiempo atrás, quizá el halo que se sostenía sobre mi cabeza era demasiado débil para hacerme recordad lo que una vez fui. Pero era aquella explosión de sabores en mi paladar lo que consiguió alzarme sobre los demás, lo que consiguió alejarme de la más tenue oscuridad. Sentía que podía brillar con más intensidad incluso de lo que logré brillar en el pasado. Ángel caído es lo que una vez fui, ahora era mucho más que eso, podía regresar al lugar del cual alguna vez pertenecí. Pero no podía, pues había encontrado el verdadero Paraíso del Edén. Una cafetería que formaba parte de una de las plazas de la ciudad, una cafetería por la que un ángel volvería a caer una y otra vez."











Dedicado a uno de los lugares capaces de llenar un poco más mi vida de alegría. Y por esto aquí va la promoción!

Delite Bite

RECETAS CASERAS
Propias de Inglaterra. EEUU y Francia.
Encargo mínimo 24h.
José Jauregui 31 /Pza San Juan de Sahagun) Salamanca










Delite Bite, delite bite: come pasteles, tartas y ríe (8)

(¿Ridículo verdad? pues el ritmo es pegadizo)

jueves, 15 de marzo de 2012

La distancia no es lo importante...

Las luces se iban apagando acorde avanzaba en mi trayecto. La ciudad gótica por naturalidad ahora soltaba pequeñas ráfagas de oscuridad, el olor a sangre ni si quiera se molestaba en ocultarse... qué estaba pasando? yo no lo sabía pero él seguia mirándome de la misma forma q lo había exo desde el principio, ahor. solo me importaba una cosa... él. ¿Íbamos a caminar juntos en la oscuridad?

La distancia no es lo importante... si no lo mucho que estés dispuesto a caminar

martes, 13 de marzo de 2012

Y después de la tormenta viene la calma

¿Cuánto ha pasado desde mi última publicación? ¿Años? ¿Meses? ¿Semanas?

Pues me he acordado de vosotros, algo me dijo que tenía que enseñaros esto, un trabajo para clase algo que puede (o no?) que os guste. Desde este profundo corazón mortal os deseo un bonito viaje entre los pensamientos de un escritor desdichado, un escritor que escribe historias sin finales, historias que ¿por qué no? dejo que las termines tú, con tus pensamientos, tus sueños y tu imaginación.

-Un texto para clase-


“Siempre quise ser fuerte,…”

Son las palabras que resuenan una y otra vez en mi cabeza. Me fue fácil tomar el cuerpo de este mortal, su alma estaba débil, su fe rasgada por el dolor que el destino le había causado a lo largo de los años y su cuerpo preparado para la ocupación del huésped, yo.
Pero había algo en el interior del humano que conseguía agotar mis fuerzas a la hora de dominarlo. Podía controlar los movimientos de sus piernas, sus brazos, sus dedos, sus labios,… pero sus sentimientos embriagaban cada una de las partes de su alma. Ni yo, el gran Ianhalzar podía conseguir controlar por completo al humano.

Quizá necesitaba más poder, apenas habían pasado tres días desde que entré en él, nunca había ocupado el cuerpo de un mortal y las sensaciones que me recorrían eran tan nuevas como satisfactorias.
Pelo dorado, rostro delgado joven y con aspecto infantil. Su piel era pálida y con un tono amarillento que pasaba desapercibido a ojos de cualquiera. Una nariz chata y unos labios tan carnosos como apetitosos. En general aquel chico era apuesto y quizá por ello su vida amorosa había sido tan intensa como vacía. Por la noche me azotaban los recuerdos de su vida mortal, su dolor, sus sentimientos, su odio.

El chico había perdido a sus padres bajo las llamas de una explosión. Sus tíos, actuales tutores, lo habían criado hasta que tuvo la edad idónea para internarlo en aquella prisión para adolescentes de economía alta. Lo odiaban, tanto como él los odiaba a ellos. Las chicas lo habían querido pero él nunca había sentido el amor hacia ellas, tres días era lo que duraban sus relaciones y una noche junto a ellas era más que suficiente para demostrarle que no precisaba de mujeres para alcanzar la felicidad. El aprecio, el querer y el amor se habían quemado bajo las mismas llamas que calcinaron a sus progenitores.

Sus ojos verdes como la esmeralda habían perdido su intensidad bajo un rojo intenso. Podía ocultar mis cuernos, mis alas o incluso mi cola, pero ocultar la mirada de demonio que me precedía era tan difícil como imposible. Frente al espejo que reflejaba aquella vasija humana me di cuenta de que era poder lo que necesitaba, más almas que me alimentaran, decidido tenía que poner en práctica mi plan.

-¿Estás bien, Álvaro?-dijo la voz de Eva.

Algo se removió en el interior de aquel humano, algo mucho más fuerte que el odio incansable que sentía hacia sus tíos. Eva era su prima, el apoyo que siempre había tenido, cuando estuvo mal ella siempre la hacía reír. Muchos envidiaban la relación de amistad que los primos tenían pero Álvaro sentía mucho más que amistad ¿Realmente era amor lo que resurgía ahora de las cenizas?

Pelo liso, moreno y con un flequillo recto tan resplandeciente como las noches de agosto. Una mirada alegre y brillante crispada por unos ojos sombríos. El uniforme pronunciaba sus cuervas, dejaba ver la suavidad de sus piernas bajo una minifalda más corta de lo normal.

-Sí-sonreí-Estaba lavándome la cara, despejando los pensamientos,… ya sabes.

Eva me rodeó con sus brazos, apoyó su barbilla en mi hombro y dejó que su perfume de fresa embriagara el pequeño espacio que ahora había dejado de existir. Desee por un momento acabar con la vida de Eva, mostrar mi forma original. Mis cuernos se retorcerían en espiral mientras mis labios invocarían las más fieras tormentas alrededor de la humana. Unas garras tan afiladas como cuchillas atravesarían su estómago y colocarían sus intestinos en mi cuello, como una bufanda. Pero Álvaro formaba parte de mí, al igual que Ianhalzar formaba parte de él, nuestros sentimientos entrechocaban día tras día y siempre vencían los sentimientos del humano.

Agarré su rostro con delicadeza y me acerqué a ella. Mis labios se estremecieron cuando rozaron con los suyos, la sensación de timidez que siempre había acompañado a Eva desapareció cuando mi lengua atravesó el umbral que separaba los espacios propios de cada uno. El umbral del inframundo había sido mucho más complejo de traspasar que el umbral que Eva dejaba entre nosotros. Ella también amaba a Álvaro y el sentimiento era tan mutuo que algo hermoso comenzaba a brotar en mi interior.

Quizá debía agradecerle al humano las sensaciones que me estaba regalando, sus sentimientos me cambiaban poco a poco. Ya no buscaba la destrucción del mundo a modo de venganza contra el mismísimo Dios. Ahora quería salvar a la humanidad, protegerla del mal que se cernía sobre ella, darle un ápice de luz a un mundo abrazado por la oscuridad.

“Siempre quise ser fuerte… ahora lo he conseguido”