sábado, 6 de marzo de 2010

Una imagen macabra

Cuando cayó se vio obligado a golpear de nuevo a otros de sus enemigos mezclando movimientos de diferentes estilos de combate. No tuvo mucho tiempo pues sus ojos se fijaron en uno de sus enemigos en cuyo torso descansaba una de las bolas de picos lanzada por su más fiel compañero.

-¡Formación Dos!-gritó Orem mientras envainaba su espada y se quitaba uno de sus enemigos de encima con un puñetazo.

-¡¿Qué dices?!-preguntó Emily mientras se lanzaba al suelo daba una vuelta y clavaba su espada en uno de sus enemigos el cual atacaba por sorpresa al vampiro.

-¡Formación Dos!-

-¡Ya se que has dicho! ¡¿Te parece un buen momento?!-dijo de nuevo ella.

-¡¿Tienes otra idea?!-preguntó Orem mientras su cuerpo sufría una trasformación y su forma lupina corría velozmente a dos patas hacia Hina.

Jake lanzó dos cargadores a modo de explosivos sobre dos de sus enemigos los cuales vieron como sus extremidades salían despedidas tras la explosión.

-Deja de protestar-sonrió mientras golpeaba sus muñecas para que las cadenas de estas se desengancharan de sus pistolas-No nos queda otro remedio-dijo de nuevo mientras le lanzaba su pistola a Emily que había envainado ya su espada y la tomaba con gusto.

-Lo sé-sonrió ella-Pero me gusta hacerle rabiar-

Hina se apartó del curso de uno de aquellos partillos al mismo tiempo que unas grandes fauces la agarraban con delicadeza y la lanzaban a aquel lomo de pelaje azabache para cabalgarlo.

-Ya te había oído-dijo ella mientras su mano izquierda se agarraba a un mechón de pelaje canino al mismo tiempo que su mano derecha tomaba el espadón de su compañero y lo colocaba costosa en sus fauces.

Aquel lobo de gran tamaño sonrió mientras sostenía el mango de su espadón con los dientes.

-A la izquierda- dijo entre dientes mientras su espada convertía en arena a un enemigo el cual sostenía la espada de su compañera-Cógela antes de que se caiga-

La muchacha se colgó del pelaje mientras su cuerpo se separaba del lobo. Su instinto hizo que su mano empuñara su katana segundos antes de que cayera al suelo y se empolvara. Ambos guardaban los lados, ella por la derecha y él por la izquierda.

-Listos-susurró Hina mientras su flequillo desfilado sentía el viento.

-¡Gothic Doll!-gritó Ian mientras sus codos golpeaban a dos de sus enemigos.

-¡Estoy de camino!-gritó Ailyn que se mantenía levitando en el aire lanzando poderosos hechizos de destrucción al mismo tiempo que su espada cobraba vidas por su cuenta.

El íncubo juntó sus manos dejando que las hojas de los protectores permanecieran firmes. La bruja extendió su dedo índice hacia su compañero y para hacer que este separara sus pies del suelo y comenzara a girar sobre si mismo al mismo ritmo que su dedo.

Todo pasó con suma rapidez. Primero la danza cortante de Ian daño por completo el cuerpo de uno de los sangron, tanto por arriba como por abajo la sangre comenzó a salir despedida a través de grandes heridas cortantes pues la bruja hacia que el espacio no estuviera limitado no para ellos.

-No digas nada-dijo Jake-cuando huela tu sangre apretaré el gatillo.

-Como quieras-dijo Emily.

Después dos grandes bolas e fuego emergieron del los cañones de las berettas del vampiro al mismo tiempo que una gota de sangre se deslizaba a través de la nariz de la muchacha. Y para terminar, las hojas de las espadas del licántropo y la demonio de tormentas hicieron que los cuerpos de aquellos monstruos expiraran poco a poco.

La cabeza del íncubo daba vueltas mientras sus ojos divisaban con torpeza como aquel monstruo caía hacia él. De repente sintió como unos brazos lo agarraban, cuando se recuperó observó como una sonrisa se dibujaba en el perfecto rostro de Jake.

-¿Pensaste que te dejaría ser aplastado?-ironizó el vampiro mientras sus labios se juntaban con los de Ian y danzaban divertidos el uno contra el otro. Los pies del vampiro se impulsaron en la pared para volver de nuevo junto a sus compañeros.

-¡Hemos acabado!-gritó Hina que envainaba su katana al mismo tiempo que Orem volvía en su forma humana agarrando la mano de su compañera para guiarla.

Aquel aquelarre mestizo pues sus integrantes no coincidían en raza, caminaron por la habitación la cual había presenciado una verdadera masacre. Se apresuraron a entrar bajo el marco de la puerta que comunicaba con el resto de la casa del herrero oscuro el cual les administraba armamento tanto al enemigo como a ellos.

De repente una figura la cual pocos ojos podían advertirla pasó a gran velocidad rozándoles. Solo los ojos del licántropo y el radar mágico de la bruja pudo advertir de que se trataba.

-¡Atraparlo!-gritó Ailyn mientras sus labios conjuraban con velocidad ralentizando los movimientos de aquel enemigo para ser visto por el resto de sus compañeros.

Entonces lo vieron. Aquel hombre llevaba en sus manos lo que parecía ser un bebé ensangrentado. La criaturilla estaba dormida pues el parto había sido más que difícil.

El íncubo inició una carrera hacia él. Quitando la forma lupina de Orem él era el más rápido de todos. Rápidamente fue acercándose a él al mismo tiempo que lo apuntaba con la palma de su mano. Sin demorarse ni un segundo accionó el botón que iniciaba el mecanismo de lanzamiento de proyectil, o así lo había llamado Netheril cuando se los explicó con los bocetos en las manos, de eso ya mucho tiempo. La aguja de gran tamaño salió disparada por los aires introduciéndose por la parte trasera de aquella cabeza blanquecina. El cuerpo de aquella criatura oscura comenzó a desintegrarse dejando que aquel bebé cayera al suelo.

No le dio tiempo a cogerlo pero la bruja utilizó un hechizo telekinético para detenerlo antes de que impactara contra el suelo. Ian cogió al bebé en su regazo y sonrió simpáticamente a sus compañeros para indicarles que todo había salido bien.

-¿El bebé de Ariadna?-preguntó Emily mientras caminaban juntos observando aquella criaturilla que ni si quiera se había inmutado en abrir los ojos para ver que había pasado.

-Eso parece-respondió fríamente Jake apartando su mirada ahora humana del bebé para observar que el salón del hogar del herrero se mantenía vacío.

-¿Hola?-soltó de imprevisto Ian al verlo todo.

-¿Qué está pasando?-preguntó Hina cerciorándose de todo a través de los ojos de la bruja.

-Esto me da mala espina-comentó el licántropo mientras caminaban entre los sillones y la televisión.

-Silencio,…-susurró Ailyn mientras sus pupilas se dilataban y la estrella invertida aparecía brillante en su espalda-Seguirme-

Caminaron en silencio como ella les había indicado. Se introdujeron por otro pasillo el cual desembocaba en una habitación donde se elaboraban rituales, pues el círculo de velas y el pentáculo invertido pintado en el suelo no indicaban más que hechicería.

-Allí vienen-susurró Jake mientras sus ojos presenciaban una procesión de peones demoníacos dirigiéndose hacia ellos. Se llevó las manos a las pistolas enfundadas, sus cargadores escaseaban pues había abusado de ellos.

-Ni se te ocurra hacer nada-dijo la demonio ígnea mientras sus ojos llameaban un tanto furiosos-Solo te quedan dos-

Los demonios rodearon el círculo y antes de que se abalanzaran contra ellos el fuego de las velas los consumió con velocidad transformándolos en cenizas casi en menos tiempo que en un abrir y cerrar de ojos. Emily suspiró sintiendo como la energía demoníaca de la que disponía se iba agotando poco a poco.

-No eres la única-comentó Ian que acariciaba al bebé sin importarle mancharse de sangre.

-Pues ahí había un guerrero mayor-dijo Orem que los había analizado de arriba a abajo.

-Ni me he enterado-dijo ella.

-Ya nos habíamos dado cuenta-comentó Hina bromista.

La bruja prosiguió el camino mientras sus labios conjuraban y en sus brazos aparecían una serie de cortes. Nadie hizo nada para detenerla pues eso era lo que les convenía, no querían volver a verla enojada, no como la última vez.

-¡Mierda!-gritó de repente Ailyn descubriendo lo que pasaba metros más adelante.

Sus botas con tacón de aguja iniciaron una carrera mientras aquellos cortes desaparecían conjunto la pupila regresaba a su estado normal y la estrella de cinco puntas invertida pertenecía al pasado.

Alarmados la siguieron, ella nunca maldecía en vano. Entonces fue en aquel momento el cual las teorías que cavilaban en sus mentes eran verificadas. ¿Porque tanta gente? ¿Porque tanta protección?

Caminaron por aquellos pasillos hasta llegar a una puerta de metal la cual mostraba afilados picos en su esplendor. Orem golpeó la puerta sin importarle que uno de aquellos pinchos se introdujera por su puño. La puerta cayó al suelo desencajándose de sus enganches.

Los seis pares de ojos observaron absortos tal macabra imagen. Tanto Netheril como Samuel se mantenían amarrados por cadenas en largas columnas de mármol mientras sus cuerpos no podían regenerar grandes cortes que se repartían por cada una de sus extremidades.

-¡Sam!-gritó Hina mientras sus ojos se empapan de lágrimas. La muchacha se acercó a él y se agachó para tomar su rostro entre sus manos y juntar sus frentes.

Al escuchar su voz el muchacho abrió con dificultad sus ojos. Aquel rostro brutalmente torturado esbozó una sonrisa al verla.

-Quedaros alguna con ella-ordenó Ailyn mientras su preocupación no se desvanecía intuyendo lo que le podía haber pasado a Ariadna.

-Yo me quedo-dijo Jake segundos antes de que Orem dijera algo parecido.

-¿Dónde está?-preguntó el íncubo acunando al bebé que lentamente se iba despertando.

-No dejes que los vea-susurró Emily mientras caminaban alejándose de aquella imagen y evitando que el bebé los viera.




Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

No hay comentarios:

Publicar un comentario