domingo, 21 de febrero de 2010

La verdadera batalla está a punto de comenzar ¿Estás preparado?

-¡Están aquí!-avisó Ian mientras introducía su mano en una mochila y extraía un traje de cuero negro.

-¡Os dije que estaban en una mochila!-refunfuñó Orem mientras observaba la gran cantidad de armamento que se escondía tras la funda de la guitarra-¡Cómo mola el armamento nuevo!-

-¡Vistámonos!-ordenó Ailyn mientras tomaba su traje de cuero negro y se lo llevaba a un rincón en la sala de entrenamiento.

-¿De qué tienes prisa?-preguntó Emily que se mantenía observando aquella espada. El acero de su hoja recta resplandecía con el reflejo de las antorchas. El peso ni muy pesado ni muy ligero le resultaba encantador al mismo tiempo que su longitud la caracterizaba como espada larga de una mano. Su empuñadura se mantenía tallada con escritos demoníacos el cual la perfeccionaba un poco más. Por último en el centro de la empuñadura descansaba una runa mágica con el signo del fuego, un triángulo sin cerrar.

-Luego te retrasas-comentó Hina que ya se mantenía en ropa interior dejando que aquel cuero negro se deslizara por su cuerpo. Su traje seguramente fuera el más simple de todos. Estaban unidas tanto la parte de arriba como la de abajo. El cuero no era completamente negro al igual que el del resto de sus compañeros pues unos extraños tocados en forma de tribal surcaban el frente del torso y los extremos laterales de la parte del pantalón. Aquellas mangas provenientes de la parte de arriba se deslizaban por sus brazos terminando en guantes sin dedo, en forma de complemente unido al verdadero traje-¿Alguien me abrocha la cremallera? No soy un demonio invertebrado -preguntó mientras tomaba todo su cabello y lo levantaba esperando a que alguna mano se mostrara voluntaria.

-El que tarda suele ser Ian-comentó la demonio ígnea mientras abrochaba el traje de su compañera.

-Yo no soy el que me he cambiado de ropa nada más llegar a la guarida y se demora en vestirse con el traje de guerra-atacó su compañero mientras se desnudaba sin tapujos.

-No entiendo porque Neth decidió tallar “Escupe fuego” en su empuñadura-le ignoró ella sintiéndose a gusto con su camisa de tirantes y sus vaqueros. Nadie la podía culpar que detestara las faldas.

-Quiso poner algo que se asemejara a su dueña-apuntó Orem que abrochaba su pechera. El traje del licántropo iba por separado. Por un lado se podía observar como su pantalón recorría ajustado sus piernas con aquellos tocados tribales en los laterales hasta desembocar en aquellas botas del mismo color. Mientras que por el otro lado, la parte superior se componía de una pechera sin mangas, la cual se abrochaba con una única cremallera que recorría el centro de su musculoso torso acompañado de aquellos tocados similares a los de su compañera. El muchacho se agachó para tomar un par de botas de mujer-¡Cógelas Hina!-

Aquellas botas volaron por los aires hasta acabar en manos de su dueña. Sin tomarse ni un momento de descanso introdujo sus pies en ellas y las abrocho con aquellos enganches muy similares a los de los patines de línea.

-Esto no te protegerá de muchos ataques-dijo Emily mientras abrochaba la cremallera del corsé de cuero negro y después comenzaba a apretar los cordones que existían a modo de adorno.

-La defensa que no me da la armadura-habló Ailyn mientras colocaba su corsé para que sus pechos se vieran un poco más marcados. A decir verdad el traje de la muchacha era el más peculiar. La parte de arriba era simplemente un corsé de cuero negro que dejaba al desnudo la parte superior de este mientras la parte inferior se unía al pantalón de cuero tallado que iba a juego con el de sus compañeros. Sus botas eran las que tenían más tacón de las tres féminas. La demonio de tormenta tenía un tacón intermedio y simplemente las botas que la demonio ígnea prefería dejar descansando por el momento en aquella maleta eran planas-Me la da la magia ¿Soy bruja recuerdas?-

-Craca-se oyó como Jake animaba aquella respuesta al mismo tiempo que se ponía las botas. Su traje tenía un cierto parecido con el del íncubo. Ambas partes también estaban unidas. La parte de abajo era tan simple como la del resto, un pantalón ajustado con tribales en los lateras. En cambio la parte de arriba terminaba en cuello de camisa, la cual se doblaba elegantemente dejando un pico antes del comienzo de su torso. La única diferencia del traje del vampiro al del demonio era que el pico que bajaba del cuello se extendía sensualmente al centro de su torso dejando mostrar a la perfección la unión entre sus pectorales-¡Jack Skellington!-gritó un tanto efusivo cuando tomó una muñequera negra con una divertida calavera en su centro. Sin dudarlo ni un segundo se la puso en la mano derecha de tal modo que la calavera diera al exterior, la otra era más simple, se trataba de cuadros blancos y negros repartidos por toda la muñequera, sin demorarse se la colocó en la otra muñeca-¡Como mola!-

-¿Ailyn?-preguntó Emily mientras la estrella invertida con la cabeza de cabra aparecía de repente en su espalda-¿Estás bien?-

-¡Mierda!-gritó ella al mismo tiempo que sus ojos tornaban negros-¡Nos han encontrado!-

-¿Qué dices?-preguntó el licántropo-¿De que estás hablando?-preguntó nervioso el íncubo.

-¡Hay que largarse!-gritó ella mientras tomaba su arma. Se trataba de una espada de hoja curva y sumamente ligera. En el centro de su empuñadura se podía observar como un ojo demoníaco se movía de un lado hacia el otro acompañado por unos adornos que formaban parte de la empuñadura con la forma de dos alas de murciélago -¡Vienen hacia aquí!-

-Me cagüen-reaccionó al cabo de unos segundos Hina recogiendo su arma y observando al fría expresión del vampiro. Jake se mantenía colgándose un cinturón a rebosar de cargadores de pistola. Segundos después tomaba sus dos nuevas berettas negras y plateadas con letras demoníacas en su parte trasera.

-Marchaos-dijo Emily furiosa tomando su espada en la mano y empuñándola con fuerza.

-¿No vienes?-preguntó la bruja.

-Si huimos todos nos encontrarán-dijo ella colocándose una funda de espada a la espalda y envainando su arma-Será más fácil si los alejo-

-¡Estás loca!-gritó Ian mientras sus ojos se tornaban llorosos. Unos protectores metálicos de acero color negro con tribales a juego, descansaban brillantes en sus brazos, empezando en la doblez de estos y terminando un poco después de la muñeca simulando un triángulo que desembocaba en su nudillo anular. También era destacable que sus dedos meñiques se mantenían tapados por eslabones de metal que lo hacían que tanto el dedo como el protector pudieran moverse.

-Lo sé-dijo ella mientras le guiñaba un ojo-Intentar llegar donde Netheril, él os dará respuestas-

-¡Nunca!-gritó Ailyn mientras saltaba a sus brazos y abandonaba por un momento esa frialdad para abrazarla-¡No quiero perderte! ¡No quiero ni imaginármelo!-sus palabras sonaban costosas por culpa de las lágrimas que además de caer por sus ojos hacían que su garganta se tupiera.

-¿Ailyn?-susurró ella-Yo te encontraré-

Aquellos labios se unieron en una hermosa danza. Las lágrimas se deslizaban por la comisura de estos mientras el baile no cesaba. El resto de criaturas oscuras decidieron apartar la mirada y dejar que aquella imagen perdurara durante unos segundos. El íncubo no pudo evitar llorar con tan solo pensar que Emily no volvería.

-¡Vámonos!-gritó la bruja retomando su frialdad-¡Esos demonios han pedido cita para morir hoy!-

-¡Orem!-gritó Emily mientras se colocaba unas gafas de sol sobre su nariz. Los cristales tintados de aquellas gafas eran perfectamente circulares, el parecido que ahora demostraba con algún personaje famoso era casi idéntico-Si alguno muere en mi ausencia ¡Te mataré yo misma!-
-¡A tus órdenes!-respondió él con una gran sonrisa mientras su mano derecha simulaba la despedida de un militar.

-¡Ah!-recordó la demonio ígnea-¡Ian deja de llorar si no quieres que te parta la cara!-



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